“Allí donde se queman los libros, se acaban por quemar a los hombres (y mujeres)”
Heinrich Heine
Estimados miembros, tengo la dicha que, para el mes de marzo en este nuestro Club, se vaya a leer: Fahrenheit 451 de Ray Bradbury. Es doble motivo de dicha porque, por una parte, Ray Bradbury constituye uno de mis autores predilectos, imprescindibles; sus cuentos, sus ensayos y sus novelas son siempre un descubrimiento literario, aunque llevan buen rato publicadas. Por otra parte, porque Fahrenheit 451 es una novela excepcional por varias razones que en su momento podremos apreciar y espero que, finalmente, sea de su agrado.
OBRA DE BRADBURY
Generalmente, la obra de Bradbury ha sido catalogada como ciencia ficción; muy a seguro porque sus libros más editados y agotados son: Crónicas Marcianas y Fahrenheit 451. A pesar de que el autor en vida únicamente consideraba a Fahrenheit 451 dentro de este género. La etiqueta de ciencia ficción, que acompaña a su obra, supuso que un sector de la crítica y algunos lectores infravaloraran a este autor y lo alejaran como un gran referente literario, no obstante, el tiempo ha demostrado lo contrario.
Debido a la etiqueta mencionada, Bradbury fue relacionado con autores como Isaac Asimov y Arthur C. Clarke. Destacó de estos, sin embargo, porque en su obra siempre tenía en el centro la preocupación por el ser humano: su condición, su posible degradación, su soledad, su melancolía. En su única novela negra, La muerte es un asunto solitario, —claro homenaje a los autores clásicos del género: Chandler o Hammett— Bradbury logra una atmosfera llena de melancolía y de lírica de la condición social de aquella época, plagada de diálogos con toques de humor y con una historia que involucra un asesino muy particular.
Como se puede observar, la obra literaria de Bradbury posee muchos registros. Quizá uno de los más interesantes, a parte de los géneros ya citados, es el que tiene que ver con el cuento, en donde también se puede destacar al ser humano como centro de su escritura. En este punto se destacan libros como Las doradas manzanas del sol, El hombre ilustrado, Remedios para melancólicos, País de octubre, entre otros. Esto viene al caso, ya que se ha considerado —probablemente porque el propio Bradbury lo indicó— que el cuento El peatón es un resabio, el germen de la historia, que se desarrollaría en Fahrenheit 451. Aquí una versión para su consulta: El Peatón.
FICHA DEL LIBRO (Edición física)
Viñeta: Marzo/Clásico
Título: Fahrenheit 451
Autor: Ray Bradbury
País: Estados Unidos
Nº de páginas: 180
Año de publicación: 1953
Idioma original: Inglés
Género: Novela corta
Editorial: Debolsillo
ISBN: 9788497930055
SINOPSIS
Fahrenheit 451 narra la historia de una ciudad del futuro dominada por los medios audiovisuales, en la que se acosa el individualismo, están prohibidos los libros y los bomberos —brazos ejecutores de un Estado totalitario—, son los encargados de quemarlos. Al margen de la sociedad, se ha creado una resistencia, un grupo de hombres recluidos en los bosques, autoproclamados defensores de la literatura para preservar la cultura.
Las anécdotas de la quema y destrucción de libros tienen larga data en la historia. Así por ejemplo, a partir del año 213 a.c. se quemaban los libros de intelectuales que contradecían la legitimidad del emperador Qin Shi Huangdi de China; los intelectuales que se resistieron fueron enterrados vivos. En otro caso, en 1933 el partido Nacional socialista inició una campaña, liderada por la Unión Estudiantil Nacionalista, para quemar los libros considerados perjudiciales por su espíritu antialemán, sobre todo por ser escritos por judíos, marxistas y pacifistas.
La quema de libros de bibliotecas por los nazis influyó mucho a Bradbury para crear Fahrenheit 451. Este autor ha afirmado: “Cuando yo tenía quince años [Hitler] quemó los libros en las calles de Berlín. Tiempo después, me enteré de las bibliotecas que se incendiaron en Alejandría hace cinco mil años. Eso me apenó profundamente. Como soy autodidacta, eso quiere decir que mis educadores, las bibliotecas, corren peligro”. Lo cierto es que la quema de libros (o su destrucción) ha sido una idea repetida en la humanidad para acabar con las ideas.
OBRA DE BRADBURY
Generalmente, la obra de Bradbury ha sido catalogada como ciencia ficción; muy a seguro porque sus libros más editados y agotados son: Crónicas Marcianas y Fahrenheit 451. A pesar de que el autor en vida únicamente consideraba a Fahrenheit 451 dentro de este género. La etiqueta de ciencia ficción, que acompaña a su obra, supuso que un sector de la crítica y algunos lectores infravaloraran a este autor y lo alejaran como un gran referente literario, no obstante, el tiempo ha demostrado lo contrario.
Debido a la etiqueta mencionada, Bradbury fue relacionado con autores como Isaac Asimov y Arthur C. Clarke. Destacó de estos, sin embargo, porque en su obra siempre tenía en el centro la preocupación por el ser humano: su condición, su posible degradación, su soledad, su melancolía. En su única novela negra, La muerte es un asunto solitario, —claro homenaje a los autores clásicos del género: Chandler o Hammett— Bradbury logra una atmosfera llena de melancolía y de lírica de la condición social de aquella época, plagada de diálogos con toques de humor y con una historia que involucra un asesino muy particular.
Como se puede observar, la obra literaria de Bradbury posee muchos registros. Quizá uno de los más interesantes, a parte de los géneros ya citados, es el que tiene que ver con el cuento, en donde también se puede destacar al ser humano como centro de su escritura. En este punto se destacan libros como Las doradas manzanas del sol, El hombre ilustrado, Remedios para melancólicos, País de octubre, entre otros. Esto viene al caso, ya que se ha considerado —probablemente porque el propio Bradbury lo indicó— que el cuento El peatón es un resabio, el germen de la historia, que se desarrollaría en Fahrenheit 451. Aquí una versión para su consulta: El Peatón.
Fahrenheit 451 es una propuesta de Emiliano Arévalo
FICHA DEL LIBRO (Edición física)
Viñeta: Marzo/Clásico
Título: Fahrenheit 451
Autor: Ray Bradbury
País: Estados Unidos
Nº de páginas: 180
Año de publicación: 1953
Idioma original: Inglés
Género: Novela corta
Editorial: Debolsillo
ISBN: 9788497930055
SINOPSIS
Fahrenheit 451 narra la historia de una ciudad del futuro dominada por los medios audiovisuales, en la que se acosa el individualismo, están prohibidos los libros y los bomberos —brazos ejecutores de un Estado totalitario—, son los encargados de quemarlos. Al margen de la sociedad, se ha creado una resistencia, un grupo de hombres recluidos en los bosques, autoproclamados defensores de la literatura para preservar la cultura.
Las anécdotas de la quema y destrucción de libros tienen larga data en la historia. Así por ejemplo, a partir del año 213 a.c. se quemaban los libros de intelectuales que contradecían la legitimidad del emperador Qin Shi Huangdi de China; los intelectuales que se resistieron fueron enterrados vivos. En otro caso, en 1933 el partido Nacional socialista inició una campaña, liderada por la Unión Estudiantil Nacionalista, para quemar los libros considerados perjudiciales por su espíritu antialemán, sobre todo por ser escritos por judíos, marxistas y pacifistas.
La quema de libros de bibliotecas por los nazis influyó mucho a Bradbury para crear Fahrenheit 451. Este autor ha afirmado: “Cuando yo tenía quince años [Hitler] quemó los libros en las calles de Berlín. Tiempo después, me enteré de las bibliotecas que se incendiaron en Alejandría hace cinco mil años. Eso me apenó profundamente. Como soy autodidacta, eso quiere decir que mis educadores, las bibliotecas, corren peligro”. Lo cierto es que la quema de libros (o su destrucción) ha sido una idea repetida en la humanidad para acabar con las ideas.
DIVISIÓN DE LECTURAS
Jueves 2 de marzo de 2017
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Jueves 9 de marzo de 2017
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Jueves 16 de marzo de 2017
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Lectura de la biografía del autor
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Página 64 (de la versión Epub) de la parte II: La Criba y La Arena
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Hasta la página 127 (versión Epub) de la parte II: Fuego vivo
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EL AUTOR
Ray Douglas Bradbury nació el 22 de agosto de 1920. Hijo de Leonard Spaulding Bradbury y de Esther Moberg, inmigrante sueca; sus abuelos y bisabuelos fueron editores de periódicos. En muchas de sus biografías, Bradbury se califica como un lector empedernido, especialmente durante sus años de juventud en los que pasaba tardes enteras en la Biblioteca Carnegie de su población natal: Waukegan, Illinois.
Bradbury no cursó la universidad, su estudio formal llegó hasta la secundaria de la cual se graduó en el año de 1938. Hasta el año de 1942 se ganó la vida vendiendo periódicos y en el año de 1943 dejó dicho trabajo y se dedicó a escribir a tiempo completo, publicando en diversos medios numerosos relatos breves.
De hecho, su primer relato corto —Hollerbochen’s Dilemma— fue publicado en el año 1938, cuando Bradbury era aún muy joven; por otra parte, en 1950 publicó uno de sus libros mayores: Crónicas Marcianas, que fue cuando asciende a la fama literaria. Sobre dicho libro, se cuenta que el editor encargado le dijo a nuestro autor que la única manera de publicar esos relatos era que tuvieran un hilo común. Bradbury aceptó el reto y unió dichas historias a través de Marte, el planeta rojo. Posteriormente, en 1951 publicó El hombre ilustrado, compuesto por varios relatos de naturaleza fantástica, y dos años más tarde publicó, nuestro libro para el mes de marzo, Fahrenheit 451; título que alude a la temperatura en que el papel empieza a arder.
En 1947, se casó con Marguerite McClure (1922–2003), con quien tuvo cuatro hijas. Sobre esta época y relacionado con Fahrenheit 451 nuestro autor ha comentado: “En 1950 nació nuestro primer bebé y en 1951 nuestro segundo, así que nuestra casa se estaba llenando de niños. Había mucho ruido, era maravilloso, pero no tenía dinero para alquilar una oficina. Caminando por la biblioteca de UCLA descubrí que había un cuarto para escribir a máquina donde se podía alquilar una máquina de escribir por diez centavos por media hora. Así que fui y junté una bolsa de monedas de diez centavos. La novela comenzó ese día y nueve días después estaba terminada […] El libro se escribió por sí solo en nueve días, porque la biblioteca me pidió que lo hiciera”.
En una entrevista del año 2005 —ya citada—, el autor de Fahrenheit 451 contesta a las inquietudes de predicción, de las cuales siempre se ha acusado a su libro: “Nunca he creído en las predicciones. Eso es cosa de otros, de alguien como H. G. Wells con The Shape of Things to Come (La vida futura). Lo he dicho a menudo: no he intentado predecir, sino proteger y prevenir. Si puedo convencer a la gente de que deje de hacer lo que está haciendo y vaya a la biblioteca y sea razonable, sin pontificar y sin ser tímida, es suficiente. Puedo enseñar a la gente a darse cuenta realmente de que está viva”.
En la ciudad de Los Ángeles, el 5 de junio de 2012, falleció Ray Bradbury, a la edad de 91 años. Le sobrevivieron sus hijas Susan (1949), Ramona (1951), Bettina (1955), Alexandra (1958) y varios nietos, su esposa había muerto en 2003. Como dato curioso —sobre todo para los que ya hayan leído El Peatón— nunca obtuvo la licencia para conducir.
¡Gracias por toda esta información Emiliano! Con las pilas puestas para comenzar una nueva historia, un nuevo autor. Nos vemos más tarde para la lectura de la biografía y con el cuento leído! Abrazos
ResponderEliminarMe parece excelente la introducción, yo este libro ya lo leí y me pareció excelente, de las novelas distópicas es una de las que más me atrae la narrativa, pero no sabía toda esta información de fondo. Ya me leí El Peatón, pero me reservo comentarios para cuando acabemos el libro porque lo quiero relacionar con la novela.
ResponderEliminarJamás había leído este libro, creía que era aburrido, pero desde que comencé a leer me fascinó. Hice la comparación con nuestros días y no dejo de sorprenderme que si Bradbury ya nos veía perdidos en 1953 en cuanto a las tecnologías, que pensaría ahora que si nos desconectan el módem nos morimos, le prestamos más atención a la tecnología que a nuestra propia vida y vamos pasando por ella sin darnos cuenta de las necesidades de los demás y las propias; perdemos el afecto humano y nos quedamos con lo que no nos representa ningún dolor, ningun afecto.
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