Somos
Somos Dorotea porque estamos muy ocupados en sobrevivir y no tenemos tiempo para vivir, porque solemos definirnos a través de lo que hacemos y dejamos de lado de qué habla nuestro corazón, porque (re)negamos de nuestro pasado, porque si no tenemos qué hacer nos sentimos inútiles, porque consideramos que darnos un chapuzón en el mar es una pérdida de tiempo.
Somos Pescador porque en ocasiones valoramos el amor y la amistad por encima de lo demás, porque a veces caemos en la cuenta que poseer un nombre no equivale a tener una vida, porque la tierra nos marea y hay momentos en los que, simplemente, necesitamos tomar nuestra barca y navegar…
En octubre del año 2021, contacté por primera vez a Jorgelina Cerritos, la autora del último libro que leeremos como club en el año 2022. Fue una ilusión muy grande cuando respondió mi mensaje, en el que me presenté como integrante del club y como alguien que a la vez, quería saber si era posible comprar el libro que ahora nos convoca, para entonces proponerlo. Jorgelina es una "maestre" de la dramaturgia, es una escritora premiada, escribe para y con adultos y con niñas y niños, es una actriz reconocida dentro y fuera de El Salvador, y quizá por ese currículum impresionante, es a la vez una mujer a la que le acomete la sencillez de los grandes.
Amigas y amigos del Club de la Buena Estrella, es para mí un honor leer a esta salvadoreña que ha puesto en alto el nombre de la letras salvadoreñas, como una de las primeras lecturas bajo la viñeta "Poesía/Teatro" que como sabemos, ha sido viñeta de estreno para el club, en el año 2022.
Les invito pues a disfrutar de esta hermosa obra teatral, fruto de 'la necedad' de Jorgelina, quien insiste en escribir dramaturgia en la sociedad actual, donde el espectáculo consumista y efímero acapara todas las luces, equivale a soltar una golondrina para que vuele contra el viento de un ciclón tropical. Donde en sus propia palabras "más difícil es aún publicar un libro de este género en un mundo donde las editoriales prefieren la poesía o la novela que les garantice rentabilidad".
Jorgelina Cerritos, sin embargo, comprometida con el tiempo y el lugar con el que le ha tocado vivir, se ha empecinado en escribir dramaturgia, no solo para ser montada en escena sino también para ser leída; convirtiéndose así en “un ejemplo de esas dramaturgas necias y necesarias”, según la califica el dramaturgo y director teatral guatemalteco Estuardo Galdámez en el prólogo de la primera edición del libro Al otro lado del mar y otras voces.
Libro 15 del año 2022
Con una invitación al género Teatro, terminamos la calendarización de libros del año 2022. Así que sin más preámbulos, abrimos el telón para leer, desde la viñeta Poesía/Teatro.
Al otro lado del mar y otras voces | Jorgelina Cerritos
Este libro es una pieza de teatro que fue galardonada con el Premio Literario Casa de las Américas, género Teatro, en La Habana, Cuba, en el año 2010 y según el jurado calificador, el premio fue otorgado por unanimidad "por entregarnos una pieza cargada de poesía, donde la sencillez de la propuesta para la escena encierra, a la vez, una profunda e inteligente reflexión sobre la condición humana; por la destreza del diálogo y la limpieza de su estructura dramática, creando dos personajes y una atmósfera que, con economía de medios, dan grandes posibilidades a actores, directores y a una diáfana comunicación con el público”. Su primera publicación por ende, corresponde a haber ganado este premio y sucedió en La Habana, Cuba.
¿De qué se trata?
Una oficinista y un navegante sostienen una disputa prolongada para hacer posible el reconocimiento de la identidad y de los derechos arraigados en un registro formal . El navegante no es un ciudadano libre, en tanto sea desconocido en las tierras que le acogieron.
Reacia, altiva y poco amigable, Dorotea se asienta en el buró de los censos. Una demografía ausente y misteriosa se replegó y abrió sus filas al desconocido. Unidos por la soledad y separados por sus diferencias, la historia de estos dos personajes se convierte en una sola. Solo la madurez de las circunstancias y el desahogo de los descontentos podrían culminar, al fin, en la paz que los complementa y que los forma; o en el limbo que los separa y que los destruye.
Y ¿quién es su autora?
Licenciada en Psicología de la Universidad de El Salvador (UES). Cultiva tanto la dramaturgia como la poesía dirigida para niños y para adultos.
Nació en San Salvador el 23 de noviembre de 1971, es una actriz, que escribe dramaturgia e igualmente cultiva la poesía, géneros en los que escribe tanto para niños como para adultos.
"Vivo del teatro, de actuar y escribir teatro", dice Jorgelina, La primera vez que pensó en el teatro fue en sus años de escuela, allá en el colegio Bautista, en San Jacinto. Eran años de dramatizaciones de obras escolares, esas que aparecen en los planes de estudio de idioma nacional de tercer ciclo. Pasó un tiempo para que se reencontrara con el teatro en la Universidad de El Salvador, cuando cursaba la licenciatura en psicología, y de ese encuentro terminó tratándose su vida.
Su formación artística inició en la disciplina de teatro en 1990, cuando se integró a la compañía de teatro La Rendija. Ahí pasó de ser escenógrafa a actriz a partir de 1993. Desde el año 2000 se interesó por la dramaturgia, empezando a escribir historias destinadas al público infantil. Para el año 2006 fue becaria del proyecto centroamericano El Carromato en el taller regional de dramaturgia, dictado por el maestro y dramaturgo José Sanchis Sinisterra, y en 2010 recibe formación del director y dramaturgo Arístides Vargas en la Semana Internacional de Dramaturgia Contemporánea, en Cali, Colombia.
En el 2004, el Consejo Nacional para la Cultura y el cultural (CONCULTURA) le otorgó el título de Gran Maestre en Teatro Infantil por haber ganado el Premio Nacional de Teatro Infantil consecutivamente con sus obras "En el desván de Antonia" (2000), "Los milagros del amate" (2002) y "El coleccionista" (2004).
Cuenta con el Premio Nacional de Dramaturgia de su país en los años 2007 y 2008 con las obras "Atrás de mi voz" (recopilación de piezas de teatro breve) y "Una ronda para José", respectivamente.
Sus obras "El coleccionista", "La función debe continuar" y "Respuestas para un menú" han sido llevadas a escena por el grupo de teatro Los del Quinto Piso y presentadas tanto a escala nacional como internacional, del 2007 a la fecha.
Aunque es la quinta salvadoreña en obtener el reconocimiento Casa de las Américas, de La Habana, Cuba, es a la vez la primera en la rama de 'Teatro'.
En septiembre de 2011 obtiene el V Premio de Teatro Latinoamericano George Woodyard, que entrega la Universidad de Connecticut (EE. UU.) con su obra "Vértigo 824". Este segundo galardón la posiciona a la altura de la dramaturgia latinoamericana actual, siendo la primera vez que El Salvador obtiene este reconocimiento para la dramaturgia nacional.
En octubre de 2012 su obra "La Audiencia de los Confines. Primer ensayo sobre la memoria" fue seleccionada, por unanimidad, como una de las obras ganadoras de la VI Bienal Internacional de Dramaturgia Femenina "La Escritura de las Diferencias", certamen internacional organizado por Cuba e Italia.
Su obra dramática ha sido publicada por el Fondo Editorial de Casa de las Américas, Cuba, 2010, en la Revista ARS, El Salvador, 2010, en Latin American Theatre Review, Center of Latin American Studies, Universidad de Kansas, 2012. La Universidad Pedagógica de El Salvador publica para el mes de mayo de 2012, el libro "Al otro lado del mar y otras voces" que reúne tres de sus piezas teatrales, y en diciembre de este mismo año, se presenta el libro de teatro infantil "El Coleccionista", publicado por la Dirección de Publicaciones e Impresos de la Secretaría de Cultura de El Salvador.
En 2013 vuelve a ser declarada Gran Maestre, pero en esta ocasión en Teatro salvadoreño por ganar tres Juegos Florales de esa rama literaria. Con ¡A la nana, nana. Al pregón, pregón!, poemario infantil, logró el premio único de lo XXIII Juegos Florales de Santa Ana.
"Para nuestros hermanos salvadoreños, residentes en cualquier parte del mundo, que andan por ahí indocumentados. Que, por no tener un documento, no se les toma como personas. Esos dolores hicieron alimentar estos personajes; estos personajes que se identificaban con 'pescador'". Francisco Cabrera, intérprete del personaje "el pescador", en la representación de la obra bajo la dirección de Roberto Salomón, director del Teatro Luis Poma.
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