Terminé de leer el libro hace ya algunos días... creo que justo unos
días antes del conversatorio con Héctor Abad Faciolince. Y quise esperar hasta
ir precisamente a este conversatorio para escribir mi reseña.
Debo decir que el libro me pareció muy íntimo. Me gustan ese tipo de
libros, ya saben, en los que el autor casi que desnuda su alma y sientes una
conexión con él, aun sin siquiera conocerlo.
Tengo que reconocer que el principio del libro me pareció bastante
cursi, pero una vez conociendo la trama, pude comprender ese lado inicial.
Sé que algunos de ustedes publicaron incluso anécdotas muy lindas y muy
personales sobre sus papás... mi historia, por el contrario, es muy distante de ser
linda y amorosa. Pero por favor, no me mal entiendan, claro que tuve y tengo un
padre, y claro que hay cariño, pero el calificativo de nuestra relación es
más de respeto y paternidad responsable. Por lo que debo decir, que sentí gran
envidia por aquellos hijos que sí tuvieron esa relación y conexión especial con
un papá interesado.
Mi personaje favorito fue la mamá de Héctor: Doña Cecilia Faciolince
(que por cierto verla en la película y escucharla hablar, fue por mucho MARAVILLOSO)... me encantó toda ella, esa dualidad con la que la describe, entre una mujer
adelantada a su época, combinada con una cristiana devota, me pareció muy real
y con los pies en la tierra. Quizá porque conozco a varias que entramos en esa
dualidad.
En definitiva, conocer a Héctor en persona (y a su mamá en el
documental), fue la cereza del pastel. Coinciden totalmente con la imagen que
me hice de ellos por el libro. Incluso, sentí la misma vibra al conocerlos que
cuando estaba leyendo el libro. Es encantador conocer este tipo de personas, de
ese tipo auténtico, que te hace añorar su amistad. Puntos adicionales a
Héctor por tan buena descripción lírica y realista de su mamá.
El día del conversatorio, lo único que se me ocurrió decirle a Héctor
cuando lo salude, fue "¡qué valiente!... te felicito por tanta
valentía", creo que él entendió la valentía por otro lado, porque me
dijo... "el valiente era mi papá"... yo le expliqué que me refería a
la valentía de haber escrito el libro... así que cuando me autografió el libro
"El olvido que seremos" escribió: "Por la valentía, sea de quien
sea", lo que me pareció simplemente encantador y acertado.
MM.
Qué bonito Marthita. Gracias por compartirlo. Un gran privilegio haber conocido a Héctor y escuchar con su propia voz su experiencia. Tenés razón que el documental y ver la cara de su madre, padre y hermanas; ha resultado muy enriquecedor para terminar de completar el rompecabezas que comenzamos con su libro. :D ¡Abrazos querida!
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