martes, 8 de marzo de 2016

¡Absalón, Absalón!, William Faulkner

“Para ser grande hace falta un noventa y nueve por ciento de talento, un noventa y nueve por ciento de disciplina y un noventa y nueve por ciento de trabajo”. 
William Faulkner

Estimados amigos del Club de la Buena Estrella, hemos llegado a nuestra entrada número 200. ¡Qué mejor manera de celebrar, que con uno de los grandes exponentes de la literatura estadounidense del siglo XX, que ha sido motivo de inspiración e influencia en muchos de nuestros escritores favoritos! Se trata de William Faulkner con su novela "Absalom, Absalom!" (en español: “¡Absalón, Absalón!”), publicada en 1936. El título de la novela es una cita bíblica (2° Samuel 19:5) y se refiere al hijo del rey David que se rebeló contra su padre.

Esta obra enigmática, ambigua, paradójica y de gran complejidad técnica, gira alrededor del racismo, el amor, la venganza y el honor en el contexto histórico y cultural de la época de la esclavitud y las plantaciones de los grandes terratenientes del sur y la Guerra de Secesión (1861-1865), que acabó con todo ello. Pero el verdadero significado de "Absalón, Absalón" reside en los límites del conocimiento humano y la inexistencia de la verdadera objetividad. Todo ello lo representan los cuatro narradores, que intentan reconstruir una historia de la que desconocen gran parte de los hechos.

La destrucción y el fracaso son la conclusión final de esta historia de violencia, orgullo, incesto y crimen. En una carta dirigida a Harrison Smith —el editor en 1929 de El ruido y la furia— fechada un jueves de agosto de 1934, es donde empezamos a tener las primeras noticias de esta novela: «… Tengo un título para ella que me gusta, dicho sea de paso, ¡Absalón, Absalón!: La historia de un hombre que quiso tener un hijo a fuerza de orgullo, que tuvo demasiados, y al que sus hijos destruyeron». Faulkner terminó este germen de su obra en Mississippi el 31 de enero de 1936. «Es una historia torturada y una tortura escribirla» le espetaría a su editor y amigo Ben Cerf. 

Faulkner siguió pensando la novela incluso después de haberla terminado. Escribió una ordenada cronología. La genealogía incluía a diecisiete personajes a los que añadió a mano más detalles. Luego incorporó un mapa del condado de Yoknapatawpha y dibujó el Tallahatchie al norte y el Yoknapatawpha al sur, biseccionando verticalmente el condado con el ferrocarril de John Sartoris. Identificó cuidadosamente veintisiete lugares, incluyó la extensión del condado y su población, y luego escribió: «William Faulkner, único dueño y propietario». 

Catorce años más tarde, en 1950, la concesión del Premio Nobel de Literatura constató que Faulkner era, es y seguirá siendo uno de los Maestros de la Literatura Universal, modelo de generaciones de escritores y lectores en todo el mundo.

¡Gran elección para este mes cuya viñeta Clásico conmemora a los grandes! ¡Acompáñennos en su lectura!

¡Absalón,, Absalón! es una propuesta de Henry Andino.
SINOPSIS

El padre es paz. Ese es el significado del nombre hebreo “Absalom”, que en la biblia corresponde al tercer hijo del rey David. Sin embargo, lo que ocurre en la novela de Faulkner es la negación de aquella afirmación bíblica: los padres son muchas cosas menos pacíficos en ¡Absalón, Absalón! Especialmente el tremendo protagonista, explícito o implícito, de toda la novela: Thomas Sutpen, también llamado “el demonio”. Faulkner cuenta aquí la historia de la mítica plantación Sutpen’s Hundred, situada al noroeste del condado de Yoknapatawpha. Esta es la historia de la forma en que Thomas Sutpen llegó un día, venido de ninguna parte con un contingente de negros semi-salvajes y un arquitecto francés, y de cómo se hizo con las tierras en las que levantó su casa y estableció su familia. También es la narración parcial y fragmentada de la caída y disolución de la sangre Sutpen, junto con el fin del viejo Sur, tras la derrota de los confederados.

La novela comienza con la entrevista entre la anciana señorita Rosa Coldfield y el joven Quintín Compson. La señorita Rosa envió a buscar a Quintín porque necesita su ayuda para realizar cierta tarea referente a la vieja casa de los Sutpen (estamos en 1910). Ella elige a Quintín porque el abuelo del muchacho fue el único amigo que tuvo Thomas Sutpen. De modo que la novela es también la exhumación de una historia tan antigua que ya nadie posee todos los pedazos. 

Quentin Compson, ­vástago del linaje cuya ruina se describe en «El ruido y la furia»­ recrea, con la ayuda de su compañero de habitación de Harvard, los obstinados esfuerzos de Thomas Stupen para regir una gran plantación y fundar una dinastía. Ambientada en un imaginario condado sureño en la época de la Guerra de Secesión, ¡Absalom, Absalom! cuenta, desde las perspectiva de cuatro narradores, la historia trágica de la familia Sutpen, desde su génesis hasta su destrucción.

FICHA DEL LIBRO

Viñeta:                    Marzo | Clásico
Libro:                      ¡Absalón, Absalón!
Autor:                     William Faulkner
Nacionalidad:          Estadounidense
Año:                        1936
Total de páginas:     392
Editorial:                 Alianza Editorial
Tema:                      Esclavitud en Estados Unidos
Género                     Gótico sureño y novela histórica
Idioma original:      Inglés
ISBN:                      9788420657202








DIVISIÓN DE LECTURAS

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Biografía del
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EL AUTOR

William Faulkner (nacido William Cuthbert Falkner, New Albany, Mississippi, 25 de septiembre de 1897 - Byhalia, 6 de julio de 1962) fue un narrador y poeta estadounidense. En sus obras destacan el drama psicológico y la profundidad emocional. Utilizó para ello una larga y serpenteada prosa, además de un léxico meticuloso. Ganó el Premio Nobel de Literatura en 1949.

Era el mayor de cuatro hermanos de una familia tradicional sureña formada por Murry Cuthbert Falkner (1870-1932) y Maud Butler (1871-1960). Estuvo muy influido por su estado natal, así como por el ambiente general del Sur. Mississippi marcó su sentido del humor y mantuvo una fuerte presencia a lo largo de toda su obra, en la que el carácter típico sureño fue una constante, algo que junto a la atemporalidad de sus temas, marcaría la base de todas sus recreaciones literarias.

En 1915 dejó los estudios y empezó a trabajar en el banco de su abuelo. Durante la I Guerra Mundial ingresó como piloto de la RAF (Real Fuerza Aérea Británica). Cuando regresó a su ciudad, entró como veterano en la Universidad de Mississippi, aunque volvió a abandonar los estudios: esta vez fue para dedicarse a escribir. Durante esa época realizó trabajos como pintor de techos, o cartero en la Universidad de Mississippi (de donde lo echaron por su costumbre de leer revistas antes de entregarlas), y publicó su primer y único libro de poemas: The Marble Faun (1924).

A partir de 1921 Faulkner trabajó como periodista en Nueva Orleans y conoció al escritor de cuentos estadounidense Sherwood Anderson, que le ayudó a encontrar un editor para su primera novela, La paga de los soldados (1926).

Pasó una temporada de viaje por Europa y a su regreso comenzó a escribir una serie de novelas ambientadas en el condado ficticio de Yoknapatawpha (inspirado en el condado de Lafayette, Mississippi), donde transcurren gran parte de sus escritos, y del cual hace una descripción geográfica y traza un mapa en ¡Absalón, Absalón! (1936). Allí puso a vivir a 6298 blancos y 9313 negros, como pretexto para presentar personajes característicos del grupo sudista arruinado del cual era arquetipo su propia familia. La primera de estas novelas es Sartoris (1929), en la que identificó al coronel Sartoris con su propio bisabuelo, William Cuthbert Faulkner, soldado, político, constructor ferroviario y escritor. Después aparece El ruido y la furia (1929), que confirmó su madurez creativa y da comienzo a su etapa más fértil desde el punto de vista artístico.

En general, la crítica identifica El ruido y la furia, Mientras agonizo (1930), Luz de agosto (1932), ¡Absalón, Absalón! y El villorrio (1940) como sus novelas más importantes. El periodo más inspirado de la obra de Faulkner se cierra con la colección de cuentos Desciende, Moisés (1942), que incluye una de sus máximas creaciones, el cuento largo "El oso".

En 1929 contrajo matrimonio con Estelle Oldham, decidió establecer su casa y fijar su residencia literaria en el pequeño pueblo de Oxford.

Es considerado uno de los creadores de ficción más importantes de las letras del siglo XX, a la altura de Jorge Luis Borges, Marcel Proust, Franz Kafka y James Joyce. Su influencia en la literatura radica tanto en aspectos técnicos (como su desarrollo del monólogo interior, el multiperspectivismo, la oralidad de la narración, un manejo no cronológico del tiempo en el relato) como temáticos (la decadencia de una familia, el fracaso, la creación de un territorio de ficción propio en el que radicar un ciclo de relatos, la obsesión con la historia, la combinación de localismo y universalidad). Faulkner influiría en gran medida en autores posteriores en español, como Juan Rulfo, Juan Carlos Onetti, Juan Benet, Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa, Juan José Saer y Jorge Luis Borges (traductor de Las palmeras salvajes al castellano).

Faulkner, que arrastró problemas con el alcohol durante gran parte de su vida, siguió escribiendo tanto novelas como cuentos hasta su muerte en Byhalia, el 6 de julio de 1962, a causa de un infarto de miocardio. Sus restos están inhumados en el Oxford Memorial Cemetery, en Oxford, en el sepulcro familiar.

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