.jpg)
La noche avanza incontenible mientras las olas del mar se estrellan una tras otra contra los cimientos rocosos del restaurante frente a la playa, salpicando de un fresco y salado rocío a los comensales que disfrutan de sus viandas y bebidas cerca de la orilla.
El ambiente se va prendiendo a medida que la orquesta entra en calor y la música tropical comienza a seducir a los presentes. Por acá un rítmico zapateo desde la silla, por allá un...