Mapa de algunas rutas del Ferrocarril subterráneo.
A propósito del libro del mes El ferrocarril subterráneo de Colson Whitehead, les comparto una información que encontré buscando algún significado sobre el título y, resulta que, en efecto, el autor se basa en hechos reales para crear algo fantástico y regalarnos una historia entretenida y más esperanzadora. A continuación, les transcribo literalmente los datos que, además, compartimos y leímos en la reunión de ayer.
El ferrocarril subterráneo (en inglés, Underground Railroad) fue una red clandestina organizada en el siglo XIX en Estados Unidos y Canadá para ayudar a los esclavos afroamericanos a que escaparan de las plantaciones del sur hacia estados libres o Canadá con la ayuda de abolicionistas y aliados que simpatizaban con su causa. Otras rutas también llevaban a México.
El nombre de «Ferrocarril subterráneo» viene por el hecho de que sus miembros utilizaban términos ferroviarios de modo metafórico para referirse a sus actividades. Por ejemplo, los conductores o maquinistas eran quienes ayudaban a los esclavos fugitivos en los propios estados esclavistas de sur. Les proporcionaban disfraces, mapas, instrucciones sobre sitios para hospedarse y, en ocasiones, los acompañaban guiándoles durante el trayecto.
Eran por lo tanto activistas muy audaces, pues en aquella época el ayudar a esclavos fugitivos estaba castigado incluso con la muerte o los castigaban brutalmente.
Otros activistas establecían estaciones del ferrocarril, es decir, lugares (normalmente casas particulares) donde los fugitivos llegaban y podían esconderse, comer, descansar, recibir asistencia médica e información sobre la siguiente etapa del viaje. Por ejemplo, el matrimonio de cuáqueros formado por Levi y Catherine Coffin, que vivían en Newport, Indiana, fueron jefes de estación por más de veinte años y, en este tiempo, pasaron por su casa (la estación) unos 2000 esclavos fugitivos.
Los esclavos fugitivos eran los pasajeros. Las rutas de escape se llamaban carriles. La jefatura era la Estación Central y los estados del norte o Canadá eran el destino.
Los miembros de Ferrocarril subterráneo operaban en la clandestinidad y normalmente solo se conocían entre sí por sus pseudónimos para no comprometer su seguridad. También hacían jurar a los pasajeros que guardarían el secreto.
El Ferrocarril Subterráneo buscaba a sus colaboradores dentro del movimiento abolicionista, del que era parte, y así iba extendiendo sus actividades siempre al margen de la ley.
Quizá el personaje más famoso y popular en la historia del Ferrocarril subterráneo fue Harriet Tubman, a quien llamaban la Moisés de los esclavos, y que fue una conductora que había nacido esclava en Maryland y que se escapó en 1848. Una vez llegada al Norte y alcanzada su libertad se incorporó al Ferrocarril subterráneo y, en los años siguientes, regresó hasta 19 veces al sur para ayudar a escapar a cientos de esclavos. Los esclavistas llegaron a ofrecer una recompensa por capturarla viva o muerta, pero ella siguió con su labor.
El Ferrocarril subterráneo funcionó hasta que tras la Guerra de Secesión (1861–1865) se abolió definitivamente la esclavitud. Las personas que habían colaborado con el Ferrocarril subterráneo jugaron un importante papel en la guerra por la instrucción recibida y el conocimiento del terreno.
A lo largo de su existencia, el Ferrocarril subterráneo consiguió liberar a miles de esclavos y también influyó en la opinión pública para ganar partidarios a la causa abolicionista.
Los esclavos viajaban por la noche entre 16 y 23 km entre cada estación. Descansaban durante el día y luego se enviaba un mensaje a la siguiente estación para informar que los fugitivos estaban en camino. Las estaciones a menudo se ubicaban en graneros, bajo los pisos de las iglesias o en escondites en cuevas y riberas huecas.
Pero aunque la frase “ferrocarril subterráneo” nos hace pensar en oscuros túneles y tenebrosos pasajes, la verdad es que esta red organizada también operaba a plena luz del día.
De acuerdo con el historiador Eric Foner, los grupos abolicionistas no mantuvieron en secreto su misión; de hecho, lo pregonaron en panfletos, publicaciones periódicas e informes anuales, organizando recaudaciones de fondos y manteniendo registros de los fugitivos.
Aunque las estadisticas a veces no concuerdan, algunas cifras indican que durante más de cien mil esclavos lograron encontrar la libertad a través del Ferrocarril subterráneo.
Fuentes:
- Wikipedia
- https://supercurioso.com/ferrocarril-subterraneo-escapaban-esclavos/