lunes, 17 de octubre de 2016

Frankenstein o el moderno Prometeo. Mary Shelley

"No deseo que las mujeres tengan más poder que los hombres,
sino que tengan más poder sobre sí mismas."
Mary Shelley

Buenas tardes amigos del Club de la Buena Estrella. Hemos llegado finalmente a nuestro libro opcional de octubre en la viñeta Terror/Suspenso: "Frankenstein o el moderno Prometeo", de la escritora británica Mary Shelley.

Este libro había sido propuesto ya varias veces en nuestro club y a la tercera fue la vencida. Hay que decir que rompe con todas las ideas preconcebidas que teníamos sobre "el monstruo", ya que al leerlo nos dimos cuenta de los mitos que Hollywood se ha encargado en impregnar en nuestra mente. Por ejemplo, personalmente no sabía que el monstruo hablaba, y no solo eso, que era tan "listo" para aprender incluso a leer e interpretar obras de la literatura de esa época para aplicarlas en su vida a través de un lente filosófico. Es decir, ha sido un gran descubrimiento saber que no es un simple sombie descerebrado con sed de sangre, sino que es un ser complejo y superdotado, que tiene todas las particularidades de quién se cuestiona por su propia creación. De ahí que dude si realmente había visto las películas completas que han pasado en la televisión. En fin, espero que nos acompañen con esta espeluznante lectura y que también sea de su agrado.



Frankenstein o el moderno Prometeo es una propuesta de Loida Pineda. 



SINOPSIS

Ubicada en la Europa del siglo XVIII y en plena efervescencia científica, el capitán de un barco ballenero escribe a su hermana Margaret su encuentro con el joven estudiante de filosofía natural Víctor Frankenstein. Dicho hombre ha descubierto el secreto para dar vida a la materia muerta y ha creado un ser vivo y, sin medir las consciencias de sus actos, ha empleado para ello partes de otros seres humanos muertos. El resultado es monstruoso y, a partir de aquí, se inicia una confrontación llevada hasta su extremo. Un constante cuestionamiento filosófico y moral del hombre contra su creador y viceversa que conduce la historia hasta su trágico final. Además de una obra maestra de la literatura, se trata de una fantástica novela que muestra los peligros de jugar a ser Dios con aquello que no se conoce y no se es capaz de poder controlar.


¿POR QUÉ SE LE COMPARA A PROMETEO?

El subtítulo de “el moderno Prometeo” es fácilmente comprensible para aquellos que hayan leído la mitología clásica. Robado por los dioses, el fuego dejó a la Humanidad sin forma de guarecerse del frío, calentar los alimentos o defenderse de algunas bestias. Prometeo, hijo de Jápeto y la oceánide Asia (o Clímene) era el Titán que se sentía más próximo a la Humanidad, decide robar el fuego a los dioses y devolvérselo a los seres humanos. Astutamente burla a Zeus y logra su objetivo aunque, cuando este lo descubre, le somete a un tormento a través de un águila (hija de Tifón y Equidna) para que devore el hígado de Prometeo. Al ser inmortal, su hígado vuelve a crecer cada noche y el águila se lo come cada día. Este castigo debía ser eterno, pero Heracles le libera de camino al Jardín de las Hespérides. Siendo Heracles hijo de Zeus, este ve la liberación como un acto honroso para sí mismo y no vuelve a castigarle.

Pero el núcleo del mito de Prometeo se encuentra en el acto en sí de procurarse para sí mismo actos que estaban reservados a los dioses. De igual forma, Víctor Frankenstein arrebata al Supremo Hacedor el divino don de la creación de la vida y construye de forma exitosa, y contra todo pronóstico favorable, un ser vivo, al que ni siquiera le pone nombre. “Durante casi dos años había trabajado infatigablemente con el único propósito de infundir vida a un cuerpo inerte. Para ello me había privado de descanso y de salud”, confiesa en un momento de la novela. Nacido de la materia inerte, la criatura nace inocente, tal y como se considera a todos los niños en el momento en el que son dados a luz. Su torpeza y su privación del habla, que desconoce, se ven acrecentadas por el desprecio que sufre por parte de su creador, horrorizado de la criatura que ha creado y que posteriormente vaga sola por el mundo.


FICHA DEL LIBRO

Viñeta:                    Terror | Suspenso | Opcional
Libro:                      Frankenstein o el moderno Prometeo
Autora:                   Mary Shelley
Nacionalidad:         Británica
Año:                        1818
Total de páginas:     288
Idioma original:      Inglés
Género:                   Novela
Subgénero:             Fantasía, ciencia ficción, novela gótica
                                y novela epistolar.








DIVISIÓN DE LECTURAS

Jueves 20 de octubre de 2016
Jueves 27 de octubre de 2016
Jueves 3 de noviembre de 2016
Volumen I.
Capítulo V.
Pág. 40 del PDF
Final del Volumen II.
Capítulo IX
Pág. 87 del PDF
Volumen III.
Capítulos I-VII
Página 141 PDF
PELÍCULA
32%
65%
100%


LA AUTORA

Mary Wollstonecraft Shelley. 

Escritora británica. Nació el 30 de agosto de 1797 en Londres y murió  el 1 de febrero de 1851.

Hija del filósofo William Godwin y de la escritora y feminista Mary Wollstonecraft.

A los pocos días de su nacimiento, su madre, quien había escrito Vindication of Women Rights, murió de unas fiebres dejando a su marido al cuidado de Mary y de su hermana de tres años y medio Fanny Imlay. 

En 1814, a los dieciséis años de edad, Mary abandonó su hogar y su país con el poeta Percy Shelley, con el que había iniciado una relación a pesar de estar casado. La pareja viajó a Francia y a Suiza.

Perdidamente enamorada de Percy B. Shelley desde la primera vez que lo vio, Godwin, no puso ningún reparo en que corriera tras él. No fue ese el caso de la esposa del poeta quien, humillada, ofendida y embaraza siguió a la feliz pareja hasta La Spezia, localidad de la costa italiana en que se establecieron. A los desarreglos deducibles de semejante situación no tardó en sumarse el mismísimo Byron, siempre afecto a toda clase de desórdenes.

John Clute, en su interesante "Enciclopedia de la Ciencia Ficción", no duda en afirmar que una hermana de Mary, a la sazón también alojada en La Spezia, frecuentaba la cama del lord. En cualquier caso, la comunidad se deshace con los suicidios de una segunda hermana de Mary y de la esposa de Shelley.

Contrajeron matrimonio en 1816, después de que la primera esposa de Shelley se quitara la vida ahogándose. Fruto de esta convivencia fueron varios embarazos y un único hijo, un varón, solo el pequeño Percy Florence sobrevivió a la infancia.

Creadora del libro que inauguró la ciencia ficción y que aún hoy se erige como uno de los grandes relatos de horror de todos los tiempos; en 1818 publicó la primera y más importante de sus obras, la novela Frankenstein o el moderno Prometeo. Según parece, escribió la historia de Victor Frankenstein por una apuesta. La noche del 16 de junio de 1816, se reunió con Lord Byron y otros en una villa en los alrededores de Ginebra. Encerrados en la casa por una tormenta, se leyeron cuentos de terror para entretenerse. Mary imaginó entonces a Frankestein inspirada en una pesadilla que tuvo a los dieciocho años de edad. Escribió la novela tras una apuesta con Byron, tal y como narra ella misma en el prólogo de la edición de "Frankenstein" de 1831. Esta obra, un logro más que notable para una autora de sólo 20 años, se convirtió de inmediato en un éxito de crítica y público. La historia de Frankenstein, estudiante de lo oculto y de su criatura subhumana creada a partir de cadáveres humanos, se ha llevado al teatro y al cine en varias ocasiones.

No logró tal popularidad con ninguna de sus obras posteriores o la excelencia de esta primera, pese a que escribió otras cuatro novelas, varios libros de viajes, relatos y poemas. Su novela El último hombre (1826), considerada lo mejor de su producción, narra la futura destrucción de la raza humana por una terrible plaga. Lodore (1835) es una autobiografía novelada. Tras la muerte de su esposo, en 1822, Mary se dedicó a difundir la obra del poeta. Publicó así sus Poemas póstumos (1824) y editó sus Obras poéticas (1839) con valiosas y detalladas notas.

Mary Shelley falleció en Londres, mientras dormía, el 1 de febrero de 1851. Su última voluntad fue ser enterrada junto a sus padres. Descansan en el cementerio de St Peter, Bournemouth. 

Obras 

Frankenstein (1818)
Mathilda (1819)
Valperga; o Vida y aventuras de Castruccio, Príncipe de Lucca (1823)
El último hombre (1826)
Perkin Warbeck (1830)
Lodore (1835)
Falkner (1837)

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