jueves, 10 de julio de 2014

Marjane...

Amigas y amigos del Club, tengo ganas de escribirles antes de que cambiemos de canal hacia el libro de julio para contar brevemente mi impresión final del libro de junio en unas horas.

Para empezar, no sé decir si esperaba mucho o poco de él, pero puedo decir con mucha seguridad que me ha dejado no sólo un "buen sabor de boca" sino una huella de esas que dejan los libros que se abren de vez en cuando en el tiempo, tan sólo para recordar cuánto nos gustaron.

Me han encantado los personajes de la abuela, el padre y la madre en ese orden, y con Marjane siento una identificación tan grande como con pocas protagonistas de los libros me ha pasado, a cuántos nos nos tocó crecer de forma precoz, dudar, equivocarnos o acertar y un día de pronto vernos con las riendas de nuestra vida en nuestras manos (listos o no listos...)

Qué bellas imágenes de tantos momentos concretos que se me quedan grabados cuales frases inolvidables de otros libros, como ese cuando su abuela deja caer flores de jazmín que pone cada día en su sostén para oler bien... o ese cuando ella es una niña y llorando en su cama durante la noche pegunta "Dios ¿dónde estás?" pero Dios esa noche no volvió...  

Mucha sabiduría y mucha realidad, bien duro imaginar un bombardeo como los que la gente de Irán y otros países han sufrido por tanto tiempo y poder incluso asociarlo actualmente al horrible bombardeo que Israel sostiene sobre Palestina en la Franja de Gaza...

Leyendo las noticias en periódicos actuales (con mucho criterio) se puede leer la actualización de ese conflicto en Irán y es triste pensar que el pueblo de Marjane aún con el paso de los años no ha tenido todavía la oportunidad de vivir en paz...

Les quiero contar cómo terminé de leer este libro que me deja tantas cosas, llegué a casa una tarde después del trabajo luego de una pequeña caminata, hacía calor y yo iba pensando en Marjane...  dejé las cosas, me puse ropa cómoda, me serví media cerveza (la otra mitad me sirvió para marinar el pollo para la cena...) y me fui a sentar a la grama frente a la vista de San Salvador que tenemos en el condominio, allí, con las últimas luces de la tarde leí las últimas páginas y luego me quedé un buen rato mirando las estrellas en el cielo y pensando en las últimas palabras de la mamá de Marjane en esa gran apuesta y confianza en la educación que le habían dado a su hija:   Esta vez te vas para siempre, eres una mujer libre, el Irán de hoy en día no es lugar para ti, ¡Te prohíbo que vuelvas!

Marjane niña, segura, perdida, en pleno reencuentro, en franca búsqueda, queriendo encajar, volviendo a equivocarse, sintiéndose tan amada y tan rechazada...  Marjane viva y con ganas de seguir viviendo...

Qué difícil es la "autodependencia", ese momento cuando asumimos nuestro ser, nos hacemos cargo de nosotros mismos y de todas nuestras consecuencias sin buscar culpables u otros responsables... Pero a la vez, qué gratificante puede ser llegar a sentirnos dueñas y dueños de nuestro camino y constructores del día a día de nuestra vida...

Muchas gracias por este hermoso libro de junio Nelson, como espero quede claro: ¡Me encantó!!






3 comentarios :

  1. María Ofelia, gracias por compartir tu vivencia con el libro. Me han encantado las imágenes que elegiste para este post. Son taaaaan bonitas. Yo extraño seguirle la pista a esta mujer!!! ya quisiera leer otro de ella.

    Abrazo!

    ResponderEliminar
  2. Siii pero de su vida ¿verdad? Ojalá algún día nos cuente más cositas sobre sus andares! Saludos y nos vemos pronto!!

    ResponderEliminar
  3. Sí claro, sobre su vida. Sería interesante seguirle la pista y ver como su infancia y juventud le han marcado la carrera y la negativa de Irán de recibirla luego de la publicación del libro. Yo quiero saber todo! jajajaja

    ResponderEliminar